jueves, 12 de abril de 2007

Ahora que sé...

Hoy día, a la hora de almuerzo, un amigo nos contaba acerca de un familiar suyo que ha tenido una recaida de cáncer. Nos contaba un poco acerca de su tratamiento y de su esperanza de vida, de unos cuantos años más; y lo que me llamó la atención fue una frase que nuestro amigo contó le había dicho su familiar: "Ahora que sé que voy a morir, disfruto más de las cosas simples de la vida".

La frase me hizo pensar. ¿Acaso alguien no sabe que se va a morir? Podrían decirme que lo que quería decir él es que era la inminencia, y no la seguridad, de la muerte lo que le llevaba a hacer esa reflexión. Y sin embargo, ¿alguien conoce en qué momento va a morir? ¿No es cierto que la muerte puede asaltar a cualquier persona en cualquier momento, y que puede ser completamente inesperada?

Muchos vivimos como si fuesemos inmortales, cuando la realidad es otra muy distinta. Y cuando hay algo que nos pone cara a cara con la muerte, como una enfermedad o un accidente, entonces es cuando nos damos cuenta de que con certeza, algún día, tarde o temprano, nos vamos a morir. No son las circunstancias las que cambian este hecho, somos nosotros los que ante las circunstancias nos vemos obligados a enfentarnos a una realidad a la que en nuestra vida cotidiana solemos voltear el rostro.

Recuerdo un capítulo de la serie "Los Inmortales", donde un personaje llamado Methos, el inmortal más viejo hasta ese momento, se enamora de una chica (mortal) que tiene una enfermedad terminal, y a pesar de que ella también se enamora de él, es rechazado. Cuando Methos conversaba con un amigo (mortal), este amigo le dice que la reacción de la chica es natural, no quiere hacer sufrir a Methos porque sabe que ella se está muriendo. Y Methos contesta exasperado "¿No entiendes? ¡Todos están muriendo!".

Ciertamente la perspectiva de la vida de un hombre de 5000 años de edad diferiría mucho de la de nosotros, pero sin embargo su frase final no deja de ser inquietante: "Todos están muriendo". Ciertamente, cada minuto que pasa es un minuto menos en nuestras vidas, y visto desde esa perspectiva, efectivamente todos estamos muriendo. Aunque inquietante, no creo que este pensamiento deba ser necesariamente negativo o depresivo. Todos nos vamos a enfrentar a la muerte tarde o temprano, ¿por qué no empezar a hacerlo desde ahora? Tal vez eso nos lleve a valorar -y aprovechar- la vida de una manera mucho más plena.

1 comentario:

Nel Cuore dijo...

Jose,

No one else is commenting on your blog, so I wanted to let you know that I care what you have to say...of course I don't really speak Spanish... ;)

Cuidate, William